Por: Dra. Ana María Viña
(Médica Especialista en Diagnóstico por Imágenes)
La utilización de la ecografía en la evaluación de la cadera ofrece ventajas claras sobre otras técnicas de imagen. La luxación del desarrollo y / o displasia de cadera, anteriormente denominada luxación congénita de cadera,
es un problema que se manifiesta durante el primer año de vida. En esa etapa se pueden identificar por ecografía la cabeza femoral, el acetábulo y cartílagos.
El diagnostico precoz es la clave de un manejo exitoso para prevenir la mayoría de las secuelas.
La displasia de desarrollo de la cadera (DDC) se define como una anomalía de la articulación de la cadera que afecta predominantemente al acetábulo. Según el grado de severidad puede clasificarse en: displasia, subluxación y luxación. La luxación congénita de cadera o luxación presente al nacimiento, son debidas a luxaciones tempranas intraútero y frecuentemente se asocian a anomalías congénitas como espina bífida, enfermedades neuromusculares, etc.
Se presenta en:
- Tres de cada mil nacidos vivos
- Más frecuente en mujeres
- Cadera izquierda: 60 %
- Cadera derecha: 20 %
- Bilateral: 20 %
La ecografía de cadera suele realizarse entre el primer y el tercer mes de vida. Muchos pediatras la piden rutinariamente como parte del control pediátrico para descartar la luxación congénita de cadera. Otros indican un estudio ecográfico de la cadera ante la sospecha clínica. Por lo general, casi todos los casos de luxación congénita de cadera, pueden presumirse mediante maniobras realizadas durante el examen del recién nacido, independientemente de la existencia o no de factores considerados de riesgo para esta enfermedad, como por ejemplo:
- Parto gemelar.
- Parto en podálica.
- Disminución de líquido amniótico.
- Antecedentes familiares.
- Deformidades congénitas posturales.
- Examen físico: asimetría de pliegues, Ortolani +, asimetrías de miembros inferiores, limitación de flexo abducción, tortícolis, mielomeningocele, pie talo, pie bot.
- a) Cadera normal b) Cadera luxada
En la ecografía se puede observar, tras realizar maniobras dinámicas, una laxitud anormal de la cabeza femoral respecto al acetábulo.
El término se refiere a un espectro patológico que incluye desde la luxación (dislocación franca) reductible o irreductible, la subluxación (dislocación parcial) y la inestabilidad o luxabilidad (la cabeza entra y sale del cotilo) de la articulación de la cadera.
Estos hallazgos pueden no estar presentes al nacer e ir apareciendo a lo largo del desarrollo, por lo que el término evolutiva tiene mayor exactitud que el de congénita.
Además, este tipo de ecografía permite estudiar
- La epífisis proximal del fémur (cabeza femoral), aun cuando ésta no es visible en las radiografías convencionales antes de los cuatro meses de edad,
- La forma del techo
- El borde externo del acetábulo,
- La forma y posición del fibrocartílago del labrum acetabular (no visible en radiografías),
- El espacio articular coxofemoral y
- La porción lateral de los músculos glúteos menor y mayor.
El ecógrafo envía ondas sonoras de alta frecuencia (ultrasonido), las cuales reflejan las estructuras corporales creando imágenes de las mismas, permitiendo evaluar de manera dinámica y en tiempo real.
La valoración de las enfermedades del sistema músculo esquelético, mediante la ecografía, se ha extendido rápidamente debido a su capacidad para identificar los tejidos blandos, teniendo como ventajas adicionales que no produce radiación ionizante, es de bajo costo y no provoca dolor.